Entradas

Mostrando entradas de 2015

Al abrigo del frío

Elegía por el amigo de la infancia y juventud Paco Pepe Nártleb - 27Octubre'2015 Al abrigo del frío, encogido como un niño indefenso así ahogo el grito del dolor. La guadaña hoy se cebó sin miramientos, maldita sea su estampa, no por nada, pues todos seremos de sus fauces en alguna hora, maldita por la antesala donde se ahorma a veces. Dolor, olor a invierno en un otoño ahora más triste. Amigo, que sé que ya no me oyes que la tierra te sea leve, que tu vida haya andado plena en amores y amistades. Intensos fueron los años del colegio en los patios, tras los ventanales en las horas dormidas de los textos, en las carreras tras los balones de fútbol y baloncesto, agradables tardes aquellas en el barrio del salitre, en sus calles. Ahora una lágrima encierra aquellos pasos y sus risas. Hoy, me he sentido viejo y triste por un momento. En el mar compartido lo primero es un abrazo, después que tengas una buena senda y que te sea leve la tierra. Adiós amigo, ...

Desde la Sala de los Divanes - 'Un grajo de la grajera' (7ª Entrega)

¿Y si hablamos de la Sala de los Divanes como si de una grajera fuera? No andaríamos muy desencaminados sobre todo si nos fijamos en aquellos validos o validas que tienen querencia a los brillos de los oropeles y los tesoros. Entonces hablemos de un valido con gran querencia a los brillos, a los destellos titilantes de lo que da el poder más zafio, hablemos   pues del valido que una vez tuvo el ‘T esoro’ . Un tesoro que siempre llevaba bien cogido mientras miraba receloso intentando hacer un arte de su malicia y haciendo mil burlas contra el pueblo. Imaginemos que en este reino la   gracia de la que alardeaba este singular valido, más desvalido y canijo que avaro y mezquino, fuese solo   gracia en su sesera, que maldita gracia tenía la soltura de su lengua y los rastros de su pluma que en impuestos y gabelas más que frito traían al ‘pueblo’. ¿Era pues un loro deslenguado?, pues no, más bien otra cosa. E imaginando, podríamos imaginar que de tanto postureo se manifestó de claro al

Desde la Sala de los Divanes - 'Virginal valida' (6ª Entrega)

Para el pueblo gobernado desde esta Sala de los Divanes,   aunque estas formas y esta Sala se manifestaron claramente insuficientes para que hubiera una ‘soberanía real del pueblo’, siempre fue un orgullo que desde aquel aciago y ominoso tiempo en el que sólo hubo un Diván en la Sala, que desde que se transitó a que la elección para esa Sala fuera del pueblo, hubiera en ella ‘ validos’ y ‘ validas’ que en teoría podrían ser de todas las condiciones sociales, de cualquier raza   y que profesaran cualquier creencia religiosa en aquella sociedad. Así que, al recordar aquella sala también cae en el recuerdo la normal forma de actuar de aquellas validas sin que el sexo fuera condición distinguible para sus acciones. Sin embargo, hoy me viene a la memoria que en aquellos días y en aquella sala había una valida de singular forma de actuar. Ella era profundamente religiosa, lo cual no es malo ni bueno, siempre que ello sea motivo personal y discreto, más que nada por respeto al r

Desde la Sala de los Divanes. Un espectro de otros tiempos en los 'venables'. (5ª Entrega)

En ‘El jueves’ hay un ‘facha’, resulta que no solo se quedó el ‘jueves’, dicen las lenguas por los mentideros, sitios que hoy abundan más que nunca, que aquel hombre sombrío con abrigo gris gastado con pelo engominado y bigotito fino y cuidado nunca se fue, que anda por la Sala de los Divanes como un espectro, de valido en valido, en asuntos de viernes soplando en los papeles que luego son las leyes… Y siguen en mil poses como insensibles popes. Por votos, en sus manos, del pueblo, un mandato sonando entre bemoles. Una idea y una ley para no echar de casa a la gente más débil que una crisis pagana dejó casi sin nada. Mirar para otro lado es inhumano e infame, propio de estos letrados que por su alto linaje hacen al pueblo esclavo. Van dejando en la calle un reguero de vivos, gentes al raso errante, con lo bueno del frío y en compaña del hambre. Gentiles, los señores de esta actual dinastía, que es su única estima doblegar en

Beber los vientos - ©Nártleb - 27 de agosto de 2015

No dejes de enamorarte por miedo a perderte Si bebes los vientos los ojos se ensanchan en las retinas, la sangre la sientes vuela que corre, y las venas te hierven, ¡Ay!, si bebes los vientos, la garganta se encoge temblorosa por entre el verbo silente y sordo que suspira en llamas. ¡Ay!, si bebes los vientos, sabes de mundos soñados y sueños de tactos inventados en la noche sobre virtuales fuegos. ¡Ay! si bebes los vientos, el azoge te atropella a su lado hasta que la llama prende el fuego en besos que son brasas. ¡Ay!, si bebes los vientos y el frío en incurias te cogió el tiempo en un disfraz cosido de desaires, vuela y vuelve a beber, que sin beber los vientos serás náufrago de cuerpo y alma, sabrás de tormentos y soledades en la ausencia de brisas. ¡Ay! si bebes los vientos aunque te hundas en los vuelos del tiempo sabrás que no hay amargura en los soplos solo espera y abrazos. Así, bebe los vientos se libre de las a

Desde la Sala de los Divanes - De Educación por Quintillas (4ª Entrega)

Un día, a aquella Sala de los Divanes, llegó un valido singular con brisas de torero, pues los aires, antes de llegar, se los trae levantados al pueblo… Nada que tildar sobre su honesto discurso, pues ya antes de llegar en sus declamar público no más que ‘ver’ que,  quiere formado al pueblo sólo en aquello que sea su ocupación, en lo demás inculto aquel que no pueda pagar más allá, tampoco dolieron 'tercios' en 'músicas de clarines y timbales' para decir, con sonrisa afable del 'quinto de la tarde', que la educación y la cultura vengan de la mano del dinero… Sabemos de un hombrecillo vivaz y dicharachero, tertuliano de rastrillo que en encomiendas de fueros sólo forja sufrimientos. En forjas de economía habla del bien para el pueblo, de cultura e ideología en sórdidas letanías en las fraguas del dinero. Y llegó a valido un día, de educación su cartera, más su bolsa es de cambista. Ya no había ideología, sí, negocio en la gat