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Mostrando entradas de noviembre, 2013

Ojos brumosos del tiempo

©Nártleb – 17 de noviembre de 2013 ¿Habrán de ser otros ojos los que miren a los tuyos?, ¿los que hagan un presente del pasado fallido? Habrían de mirar limpios en la profundidad de los tiempos al futuro, para de nuevo sentirnos amantes en uno y sin odios en el destino. Yo ya me habré ido y mis ojos serán otros y los tuyos, los tuyos. Sé que erré mil caminos, aunque hubo pasos acertados; mis suelas son perennes testigos con las tuyas, sus compañeras de compartidos rumbos. Tú habrás de mirar limpio, siempre quisiste unos ojos cristalinos para mirar en ellos y verlo todo en su precepto y sentirte en una lucha de un sentido pleno. La pasión es y ha sido; nuestros ojos serán nuestros por los siglos de los siglos… Erramos en mil sendas, en otros tantos aciertos nos fundimos, que la mirada en las huellas nos cuenta muy quieto lo que fueron tus ojos en los míos. Habrán de ser otros ojos que aun siendo brumosos, sean unos preciosos ojos

PRIMERA NEVADA

Primera nevada  (©Nártleb O. –14 de noviembre de 2013) Rompe la primera luz en las crestas agrestes, en el otoño de la vega sobre el frío relente. Pacientes doradas choperas esperan al alba luciente, al calor que venga de ella y que las brumas eleve. Nacarado velo de las sombras, tamiz de un sol saliente para la silueta seductora de una sierra silente. Anoche como a una novia, en un blanco raso y ardiente, fuiste cubierta antes de la aurora y de su alianza furente entre celajes de binzas rojas. Destellos en los ojos ardientes nacidos de la tierra a tu sombra, miradas que son de frente ante la vida y sus ceremonias desde la cuna hasta la muerte. Que en el blanco de tus sienes, cada año, nace de tu calma una vida de sencillas esperanzas. Despierta la fuerza en la Vega y la feracidad de sus gentes. Ante los rayos de un sol que ciega una silueta se eleva, está vestida de blanco entre tules flagelados. Hoy es e

Un recuerdo por un amigo

Un recuerdo por un amigo   ©Nártleb – 3 de noviembre de 2013   En este día de este mes, en donde el recuerdo de quienes dejaron las luces del día son lucernas de nuestro camino, tengo a vuelapluma este pensamiento del que fue un amigo y lo sigue siendo, de quien con su forma de vivir supo decirnos lo que hay en la vida y lo que merece nuestras luchas… Gracias Antonio. En la tarde cayó un rayo, se helaron las nubes y una losa de blanca agua cubrió a golpes la tierra… ¡Qué duro fue esperar a la noche! El tiempo se detuvo, y lo hizo, parte a parte, con el dolor de cada pedrada en cada parte golpeada. ¡Qué sonrisa siempre en su cara!... Fue de mañana, en un mediodía de luces entre ilusiones de caminos en los primeros pasos y con las primeras nubes. ¡Cuánta vida daba el día! En las horas compartidas haciendo bueno o con borrasca, hablando con vivos o muertos comenzamos una traba. ¡Cómo se nos fue aquel tiempo! Los caminos fueron y vi