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Mostrando entradas de noviembre, 2018

Fotopoema: A lo lejos

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© Francisco Beltrán - 25 de noviembre de 2018 ante la fotografía, de José A. Ruiz Bueno, de la Vega por entre las cumbres de Sierra Nevada. Fotografía: ©José Antonio Ruiz Bueno     A lo lejos, tan cerca la gente, acá el blanco frío de las cumbres y un rayo tímido de mañana luminosa; sin importancia, allá un ocaso en la nostalgia de la nieve, sin importancia, acá el tacto cálido de un frío sol de invierno, sin importancia, allá el latido más fuerte de mi pecho, sin importancia, acá o allá solo la importancia de los senderos en la geografía de nuestros sentimientos; ahora, ¿emoción en el sentido de las estaciones? Tan cerca tú al alcance de ‘a lo lejos’.

Tarde de terraza

© Francisco Beltrán - 23 de junio de 2018 - Modificado el 25 de noviembre de 2018   A la tarde de terraza me traje un territorio poético. No te engañes, era un momento cotidiano un presente de lo más normal. No te engañes ni te asustes, el presente anda esquivo no solo al doblar las esquinas; es frecuente la amnesia sobre el sorbo mordaz del café que inunda las papilas de ese presente, donde habita una fatua sonrisa de sarcasmo de desierto. No te engañes; a la tarde de terraza me traje ese puñado de versos consecuentes que liberan ese aliento de taberna, de barra vieja de madera; no te asustes, es así, una cosa de lo más físico: la Inercia, con su hiriente desidia, nos invade en rebaños cinéticos de nostalgias, olvidos y sus ovejas negras. No te engañes, el espejo de la calle nos doblega, ¿o no?, al igual que los intersticios del lenguaje en sus trampas. No te asustes, ¡malditos cotillas sin remedio!, los ojos, andan en acopio de presentes:

Sonrisa de otoño

©Francisco Beltrán Sánchez   Trae el alba un delgado eco en el estigma del color,  en halos del verde al fuego, en brumas de romero, de naranjo y ruiseñor, de aromas a fruto viejo en las manos del estupor. Me ha parado el instante ostentoso, solo soy otro paso en el rostro del tiempo. Hay un bálsamo asomado al infinito en un fénix de palabras carcomidas, no te pierdas en las cenizas. Recuerdo en el sueño, absorto e inconsciente, donde el otoño es la tierra en las hojas que fermentan nueva sabia. Recuerdo y por ello se que estuve, la sonrisa de aquellas primeras brumas, de aquellos primeros aromas del frío... Abro la cancela y abro otro día...   .