Ceniza de horizonte en el insomnio durmiente



No hay insomnio que pueda negar el fuego del ocaso, no hay velada que no sea el tránsito de los sueños más allá de las cenizas del incendio de los horizontes. Las luces atrapadas en las nubes cantan al Universo su silencio y saben que los oídos andan despiertos y ausentes cuando no comprendes los ciclos a pesar de la batalla de cada crepúsculo. Más no desfallezcas en el fondo de los espejos, cada paso, cada respiración, cada tacto es único; es una encrucijada sin otra solución que tú ante este lienzo en cada incertidumbre de todos los universos posibles donde la luz es, fue, fuere, discutida en los elementos. Después solo el sueño, los sueños, y otros pasos entre los horizontes de cada momento... Nártleb -poeta-

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