Desde la Sala de los Divanes - 'Un grajo de la grajera' (7ª Entrega)


¿Y si hablamos de la Sala de los Divanes como si de una grajera fuera? No andaríamos muy desencaminados sobre todo si nos fijamos en aquellos validos o validas que tienen querencia a los brillos de los oropeles y los tesoros.
Entonces hablemos de un valido con gran querencia a los brillos, a los destellos titilantes de lo que da el poder más zafio, hablemos  pues del valido que una vez tuvo el ‘Tesoro’. Un tesoro que siempre llevaba bien cogido mientras miraba receloso intentando hacer un arte de su malicia y haciendo mil burlas contra el pueblo. Imaginemos que en este reino la  gracia de la que alardeaba este singular valido, más desvalido y canijo que avaro y mezquino, fuese solo  gracia en su sesera, que maldita gracia tenía la soltura de su lengua y los rastros de su pluma que en impuestos y gabelas más que frito traían al ‘pueblo’. ¿Era pues un loro deslenguado?, pues no, más bien otra cosa. E imaginando, podríamos imaginar que de tanto postureo se manifestó de claro al pueblo, y así las gentes entendieron que su vuelo era de grajo más que de loro deslenguado, así mismo las gentes humildes vieron en su pose el gesto de un mal ‘Gollum’ con los ojos encogidos y los dientes siempre prestos. Siempre manifestó que él estaba para lo que estaba, para hacer que pagaran más quienes hubieran de pagar.

Y así cantara el pueblo:

El guardián de, ¿nuestra caja?,
personaje de una sátira
que su bolsa llena viaja.
Pobre tierra la que anda
pues la va dejando árida.

Este grajo de los cuervos,
que en finanzas de lo nuestro,
va oportuno sin esperas
al dictado de banqueros
para dar en sus carteras.

A los más pobres golpea
quitando pasta y derechos,
con la risa de la hiena,
con modos de comadreja,
este meritorio cuervo.

De unos pocos la riqueza
la ruina nos queda al resto,
que es indecencia y vileza
decir que, ¡no a la pobreza!,
y hundirnos en ella de lleno.

También renglones torcidos
y escritura en más mentiras,
que es la usura convenida
en los más arduos caminos
que esta Hacienda ha traído.

Así en las lenguas sufridas,
este valido fulero,
va en votos y juramentos,
mientras él sin más enigma
da a los ricos su consuelo.

Dicen sabios de mi pueblo
que ‘al puerco le des litera
que de su virtud y empeño
siempre hozando hará de cerdo
y en su mierda cochiquera”

Digamos que de los cuervos
el pueblo y su gente buena
también dice sin reservas
que los críes como buenos
y por ojos tendrás cuencas.

Que de un grajo nada esperes,
solo robo con escalo,
solo miseria y engaños,
solo ruina en tus haberes
solo pena en sus poderes.


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