25N - El lazo púrpura (A modo de ... Qasida)
En esta Tercera entrega de 'A modo de Qasida...' alzo la voz frente a la violencia contra la mujer. Aunque el día contra la violencia de género sea el 25 de noviembre, creo que no hay que olvidar que el primer paso para la Igualdad en todos los sentidos está en la erradicación de cualquier violencia contra la mujer por serlo.
Ante la cercanía del día 8 de marzo, Día Internacional de la mujer, elevo mi voz en el recuerdo de todas las víctimas mujeres por el hecho de serlo, elevo mi voz ante todas las desigualdades que padecen las mujeres en casi la totalidad de las culturas de nuestra especie. El aspecto laboral y salarial, entre otros, es una violencia más que la mujer padece por serlo.
Con estos versos solo pretendo elevar mi voz solidaria y concienciar sobre la necesaria Igualdad de las mujeres con los hombres, asunto crucial que nos queda por solventar como especie.
Casida el Lazo Púrpura
(Escrita el 24 de noviembre de 2014)
En los céfiros
de ayer
dos almas se
conjuran
que una era de
él
y la otra un
alma pura.
Un ensueño que
tuvieron
en las mieles
y sus lunas,
después la
rutina y sus cielos
y las noches
con sus brumas.
Y un día sin
la máscara,
convinieron en
las auras
las furias de
un infierno
que brama
desde la cuna.
Tras los
tiempos y el aguante,
ella siente
vergüenza y culpa,
a veces no hay
nadie que escuche,
¡levanta tus
ojos y lucha!
"Desalmado",
gritó ella, "dame ya mi sepultura".
"En mi
puño", dijo él, "hay acero y locura".
"En los
malvas de mi piel" gimió ella y su amargura.
Las víctimas
son inermes en los ciclos de esta tortura,
bocas que la
grama muerden en suerte miserable e injusta,
bocas que
piden justicia, que no sean silentes nunca.
Los desprecios
y las voces en estigmas color púrpura,
ya no siente
los golpes, ya no siente la culpa,
ya no siente
vergüenza, se alza y busca ayuda.
"Vecinito",
me dijo ella, "¡voy pidiendo mi sepultura!"
"¿Por
qué?", le dije perplejo. Y, con insólita ternura
"qué lo
que más quiero", dijo ella, “a golpes me lleva a la tumba".
Por las
sangres de babel
saltaron las
ataduras,
la justicia
ajusta su fiel
ante un lazo
color púrpura.
Que los ojos
sean vivos
en las
verdades desnudas,
sin linajes de
babel
sin hilos y
sin costuras.
"Vecinito",
me dijo ella, "¡gracias por darme ayuda!"
"No hay
de qué”, le dije sereno. Y, con insólita ternura
"qué lo
que ahora siento", dijo ella, “es mi vida y no verlo nunca”.
"Vecinito",
me dijo ella, "¡gracias por darme ayuda!"
Que la
conciencia no duerma
ni encuentre
más disculpas,
que la
justicia halle su senda
ante el lazo
color púrpura.
Comentarios
Publicar un comentario
Cuando un poema nos lleva a tomar la palabra...