En el tajo de Al-Hämma. Las mazmorras, su entraña. (c) Francisco Beltrán Sánchez

Fotografía de Silverio Gálvez Moyano En el tajo de Al-Hämma, las mazmorras, su entraña. (c) Francisco Beltrán Sánchez Ante el camino antiguo, abajo el agua alegre del río por entre su guardia de chopos a la orilla de los molinos; atrás las mazmorras del tajo con sus silencios callados. En los tajos del alma y la tierra, en su piel de siglos humanos el camino romano. Ay, las mazmorras del tajo, dolor de soledades a ciegas, grito de un pueblo en escombros y en olvidos sin nobleza, ecos de grano, ganado y gentes, auténtica impronta y esencia. Ay. en los tajos del alma y la tierra, la entraña del tiempo, el corazón de los silencios. Ay, las mazmorras del sitio, ahora, sin nostalgias. ni olvidos, espacio de luz en presente, voz de la música sin gritos, lenguajes en versos valientes, elevados a un cielo hoy vivo. Ay, en los tajos del alma y la tierra, bajo la piedra del duro suelo, historias del ser de un pueblo En las horas calladas leyendas y calma, historia y memoria de...