El título se zurció en una tarde de julio en casa Infancia
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Foto de Internet (huelvabuenasnoicias.com) |
©Francisco Beltrán Sánchez – Chauchina 7 de julio de 2020
¡La memoria no
es un juicio?:
en los ojos del
ocaso
hay una
historia que se zurce
sobre un hilo extraviado…
Sobre el polvo invisible
en el tedio tortuga
suspendida la luz
de las tardes oruga;
alboroto de juegos
de los niños sin siesta
laminados en sombras
de cortinas traspuestas.
La memoria es un vuelo
que te asoma al abismo,
¿terminal de partida?,
¿tránsito o destino?.
Los hilvanes del suelo
naufragios de hilos
en costuras certeras
de un reloj en sigilos,
como esencia de un tiempo
donde amar la vida
a corazón abierto
en puntadas sin prisa.
La memoria es bastilla
recosida en temores,
un patrón en hilvanes
pespuntado de amores.
Los hilvanes y juegos
enramando ilusiones
tan ajenos al miedo
tan ajenos e insomnes,
sin temer sayas negras
que habitaban rendijas
de zaguanes y puertas
acechando las risas...
La memoria, un reflejo
que solo es polvo en la luz
que acristala los ojos
de aquel infante tahúr.
Y qué pronto se añeja la tela
sin remedio de hilvanes
que pudieran rehacerla…
Y qué pronto seremos
como aquellos infantes,
otro leve recuerdo,
otro hilván en el suelo
otra raya en el aire.
Me ha gustado un montón y me ha emocionado recordar aquél cuarto de las mecedoras que tantos y variopintos ido a ha tenido en nuestra niñez y que marcó a fuego nuestro paso a esa otra etapa en que la inocencia expira, haciéndolo además de tan brusca manera....
ResponderEliminarHe querido decir : variopintos usos*
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