Andalucía

(c) Francisco Beltrán Sánchez

Andalucía es mi tierra

la que cautiva mi pecho, la niña que en mis ojos sueña.

Escarcha fría del tiempo que condenas las historias,

la libertad de los pueblos en ‘desdeños’ sin memoria.

Tras el frío de las noches, tras la helada y el relente,

siempre vuelve la luz cálida, la que sosiega a la gente.

Andalucía es mi tierra,

tierra universal del orbe, de universales destinos,

humana historia vivida en las vidas de sus hijos.

Tierra de los que se quedan, tierra del duro trabajo,

de las guerras entre hijos, del cobijo propio o fiado.

Tierra que nunca olvidaron quienes fueron al destierro

en la entraña de su nombre, en nombre de sus ancestros.

Andalucía es mi tierra

la que cautiva mi pecho, la niña que en mis ojos pena.

Tierra universal del orbe, de universales destinos,

humana historia vivida en las vidas de sus hijos.

Desafíos por la tierra, la cultura y la decencia,

creímos tener la tutela desde adentro con paciencia.

Olvidando viejos tópicos de jarana y verbenas,

elevando una zambra en alforzas fariseas.

Andalucía es mi tierra

la que conquista el coraje, la que será, es y fuera.

Tierra universal del orbe, de universales destinos,

humana historia vivida en las vidas de sus hijos.

La cultura no es mentira, tampoco lo es el trabajo.

Que no digan falsedades, en ello, está el mayor pecado.

Andalucía, un orbe, fuego, tierra, agua y aire,

sierras, montes y llanuras, nieves, ríos, lagos y mares.

Andalucía, mi tierra, de la gente que la quiera;

la que conquista el coraje, la que será, es y fuera.

 Andalucía, mi tierra

la que cautiva mi pecho, la niña que en mis ojos sueña.

Tierra universal del orbe, de universales destinos,

libre, sin relente, por sí, por la humanidad entera.