Torre y Luna
Francisco Beltrán - 25 de enero de 2016
Torre
Un baile de sueños
entre las tejas,
adoquines viejos en latentes rumores.
No hay alma,
para ser o estar en la quimera,
luz de una colcha negra.
Adusta torre, dogma,
el cielo se rompe en el vuelo,
es testigo de todo y de nada.
Solvente y taciturna
en los ojos que escrutaron el duende.
Luna
En el tiempo de una luna perdida,
calles guardando silencio,
una canción de palmeras.
No hubo un sitio después,
un aura de agua
en el binomio de un duermevela.
Atalaya y seña de lo ancestral de los credos,
de su mirada,
de lo más recóndito de la sangre y sus sentimientos.
La ciudad
de este misterio.
Torre y luna
Un baile de sueños
en el tiempo de una luna perdida
entre las tejas.
Calles guardando silencio,
adoquines viejos en latentes rumores,
una canción de palmeras.
No hay alma,
no hubo un sitio después
para ser o estar en la quimera.
Un aura de agua
luz de una colcha negra
en el binomio de un duermevela.
Adusta torre, dogma,
atalaya y seña de lo ancestral de los credos,
el cielo se rompe en el vuelo
de su mirada,
es testigo de todo y de nada,
de lo más recóndito de la sangre y sus sentimientos.
Solvente y taciturna,
la ciudad
en los ojos que escrutaron el duende
de este misterio.
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Cuando un poema nos lleva a tomar la palabra...