Viento, en él voces de los sueños

De la obra 'Los bordes del espejo' ©F. Beltrán 

Hoy, hay lenguas que doblan las esquinas con furia,

son los vientos desatados en un momento del tiempo,

intemporales lenguas del viento

en primaveras de verano o en inviernos de otoño,

batiendo por entre aleros de viejos tejados

vienen con intempestivas intenciones

y se nos cuelan en los sueños;

quieren romper las quimeras que aguardaron

tras ventanas y serenos velos.
Violentas ráfagas a ras de los sentimientos

abatanan la razón e hielan el corazón,

pero el hombre levanta la cabeza

con los ojos entornados

y los párpados prestos a combatir las auras violentas.

Avanzando los pasos sin moverse del sitio

la mirada del hombre y su defensa,

sólo van quedando trocitos de sueños rotos

que son arrastrados en los fuertes brazos del viento.

El pelo va encrespado y el hombre sigue contra el viento

es condición de su carácter

y de su melena que va ondeando al viento,

que va haciendo cabriolas

como las figuras del sueño de una bandera…

De repente un golpe violento,

es el viento que cerró de golpe la puerta,

más no hay desaliento que ahuyente los sueños,

y de nuevo en el hombre queda quieto el sentimiento

quedan las quimeras en un lapso que será perecedero

y quedamos nosotros, todos, ante el espejo.