Los Seis Sentidos

-Por Nártleb Ocsicnarf-22/02/2013-

Hay un pueblo que habla en las calles y su eco resuena en los salones de los más infames bailes. A lo lejos, susurros de las brisas suaves cuando nos acariciaban el pelo, y en ellos un singular silencio, a lo lejos, luces difusas entre brumas viscosas que dibujan los hogares que fueron, y en ellas las terribles penumbras, a lo lejos, los olores a limpio del baño de domingo en una infancia y sus juegos, y en ellos una inodora inconsciencia,  a lo lejos los recuerdos del trabajo y una vida digna que no se acercan, y en ellos una mortal complacencia, a lo lejos todo ello y la tormenta que se avecina sin que nadie, en los salones, ponga remedio.

Desde una mirada torva
de unos ojos de esmeralda…

¿Fueron cristales velados
en las ventanas murientes,
en lo que siendo pasado
por haber sido presente
tuvo débiles asientos
en inmóviles inmuebles?
Allá celaron señuelos
en los tiempos de las gentes.

Desde las napias hinchadas
de un olfato en brisas calmas…

¿Fueron sumideros muertos
en desahucios del nido,
en el sucio hedor infecto
de lo que en el tiempo ilícito
fue maldito y putrefacto
del aroma de algo limpio?
Ya, no quedarán los tafos
acríticos y tranquilos.

Desde lenguas afiladas
de un habla juiciosa y clara…

¿Fueron en roncas bocinas
las cuerdas del vivo templo,
en lo callado y no dicho
siendo pensado y no expuesto,
en un silencio indecente
que no negaba los hechos?
Ahora voces con fuerza
entre furias y sin frenos.

Desde la piel erizada
de un cuero que fue badana…

¿Fueron obtusos barbechos
en horizontes del campo,
en las caricias de muerte
de un pellejo abatanado,
crueles y remisos lerdos
en la infamia y el escarnio?
El endurecido cuero,
¡ya!, alerta está al asalto.

Desde trompetas airadas
de un oído y su derrama…

¿Fueron túnel de silencios
estas atalayas sordas,
de lo oído y escuchado
entre lo que fueran glosas,
entre mentiras y engaños
de lo discernido ahora?
Acá , las orejas prestas
en esta brega y sus formas.

Desde la dignidad afirmada
de las almas y su bonanza…

¿Fueron esencias inermes,
como un transparente traje
que va estampado en injurias
y cosido en mil ultrajes,
que se muestran al mirarlas
tan desnudas sin celajes?
Un vuelo decente y vivo.
Gente con alma en la calle.

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