MALDITOS


MALDITOS
–Nártleb-
-Adaptación de ‘Almas Cobardes. Manos en Sangre’ de Nártleb-

Cobardes seres, cobardes que gritan, cobardes silentes sin respeto a la vida.
Una hoja brilla, un frío reflejo,
acero que sesga una vida en rojo vivo en el acero.

Una mano cobarde, cerra infame de un alma negra,
de una vida que violenta.

Corre ‘nuestra sangre’ cuando la sangre corre,
corre después y antes, ¡caliente sangre noble!

Bocas que la grama muerden en injusta y miserable muerte,
bocas que piden justicia y que nunca serán ya silentes.

Bocas que por mi boca hablen y sean dignidad del coraje y el valor,
gargantas que no queden sin voz y que conciencia a la mía traen.

El grito ahora es nuestro contra estos funestos seres,
alcemos fuerte nuestra voz y sea la justicia sin piedad con ellos.

Malditos quienes callan. ¡Qué el silencio es infamia!
Malditos quienes ensordecen ante la vileza y la muerte de inocentes.
Malditos quienes hacen harapos de la justicia en torcida ceguera
Malditos sean en su ignominia prepotente del ancestro,
de la bestia sobre la conciencia,
sobre la ley y la igualdad de todo humano y toda vida.

¡Malditos!, y malditas sus conciencias.

Alzo mi mirada,
en esta limpia y azul mañana,
y entre lanzas verdes de colosos gigantes,
en la tranquila plaza de “La Mariana”,
percibo su presencia impenitente
y allí valerosa y valiente está en esta ilustre peana…

Por las serenas mujeres alegres y esforzadas,
porque el normal trato entre nosotros
fluya entre hombres humanos y humanas mujeres,
por el compromiso hoy y mañana,
por todo y por más nada, humildemente pienso
y lo digo desde estas palabras.

Bocas que por mi boca hablen,
gargantas que no queden sin voz,
conciencias del coraje y el valor,
que conciencia a la mía traen.

Malditos quienes callan. ¡Qué el silencio es infamia!
Malditos quienes ensordecen ante la vileza
y la muerte de inocentes.
Malditos quienes hacen harapos de la justicia
y la manchan en la ceguera
del desprecio ante iguales vidas.
Malditos sean
en su ignominia prepotente
del ancestro de la bestia sobre la conciencia,
sobre la ley y la igualdad
de todo humano y toda vida.

¡Malditos!, y malditas sus conciencias.

Yo los maldigo a todos ellos y lucho contra la bestia,
bestia que todos hemos de arrancarnos desde dentro…

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