HOY SON OTROS VIENTOS PARA EL PUEBLO -Nártleb-



HOY SON OTROS VIENTOS PARA EL PUEBLO


(Nártleb Ocsicnarf -24 de agosto de 2010-)

-Desde la humildad una versión de ahora de un poema emblemático de Miguel Hernández. La conciencia no es algo que se guarda en ningún armario, la dignidad no es algo que tengamos que tener de prestado, la memoria es algo que ha de servirnos de motor de la inteligencia y que habrá de movernos en los tiempos que vivamos... Tiempos que nos vienen dados y que siempre traen vientos, que no brisas, para el pueblo...-

Vientos del pueblo me llevan
brisas del pueblo me adelantan,   
me comprimen el corazón
y me acotan la garganta.

Hoy parecemos bueyes de frente doblada,
impotentes mansamente,
sin que castigos haya,
lejos quedan los leones,
los de la frente alta,
los de rotundos dientes
y clamorosa zarpa.

Sin estar de bueyes poblada,
en este pueblo se ocultan
los leones y sus camadas,
las águilas y sus nidos;
y de toros poco o nada;
con el asta y el orgullo de tapado
medran bueyes en España,
y medran leones, águilas y toros;
un infame yugo les delata,
¿de su raza se olvidaron?...
De los huracanes ni marca,
domesticadas brisas si acaso,
ya sin reparos y sin jaulas
pocos buscan ser veros rayos.

Piedra vasca adulterada;
bravura astur dormida;
superflua alegría valenciana;
alma dormida de castellanos,
con poco aire en sus alas,
como la tierra, poco labrada;
en una vida mejorada,
de los yunques nacida
y forjada entre guitarras,
andaluces de pasadas relumbres;
duros extremeños entre nanas;
calmados gallegos que dormitan;
firmeza catalana añorada;
casta amansada de bravos maños;
murcianos de vega domesticada;
de Navarra y de León
o de cualquier rincón de España,
que fueron monarcas mineros
y señores de la pesca y la labranza,
todos con propiedad en su hambre,
todos atados al sudor, la red o la azada.

Pues de eso y sus raíces,
la gallardía del recuerdo y más nada.
Fuimos de la muerte a la vida
y buscamos un rumbo y nuestra alma.

Estamos en manos que tienen yugos,
manos de gente de hierba mala,
con sus espaldas a salvo,
un crepúsculo sobre ‘los vestidos’ se alza,
¡un nuevo alba necesitamos!

Humillados en sus cuadras
muchos bueyes en silencio,
debajo de su piel adormilada,
les moran leones y águilas
y la arrogancia brava.
Añorados cielos claros,
con muchas miradas en las caras,
con agonías no fingidas,
buscan una creación renovada
hombres y mujeres hartos.

Sólo quiero cuando muera
hacerlo con la cabeza alta,
de haber vivido luchando,
de mil veces caído de cara,
de mil levantado con los dientes apretados,
con voluntad decidida y brava.

No le cantaré a la muerte,
quiero oír a los ruiseñores que cantan,
sin fusiles en los que posarse,
en medio de otras batallas.

Con bravura en el semblante,
reflejo de forja en calma,
quiero vivir esta lucha,
no sólo por la memoria dada,
sino por la justicia ahora,
y por la que dejemos heredada.

Amigo Miguel y compañero,
gracias y más nada.

Comentarios

  1. ¿Quién nos fabrica el miedo?... ¿Por qué permitimos las vejaciones de unos pocos sobre el derecho de muchos?... La verdad es una lucha diaria que debemos aprender a compartirla... Miedo a vivir sin dignidad, debiera ser la verdad que nos moviera a la lucha continua contra la injusticia y la desigualdad...

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